La pandilla de los labradores... cuando los labradores se encuentran en una manada

Qué mejor que crear intercambios entre todos los perros, reencontrarse con hermanos y hermanas retriever, volver a ver a la mamá labrador chocolate, o incluso a la tía labrador negra... pero también a los "padres" humanos, es decir, cuando la cría se convierte en una gran familia. , regala grandes tertulias, momentos de excepcional complicidad, persecuciones, descubrimientos, carreras de relevos, etcétera...

Qué placer volver a ver a nuestros pequeños queridos, gracias a las familias por seguir jugando, cuando es posible.

Y poder encontrarnos, también entre diferentes familias.

Cuando nuestros Labrador Retrievers no están en exhibición o en el trabajo, ¡es descanso y nos divertimos como locos!

Nuestros labradores simplemente, viviendo su vida de perro con interacciones congéneres, ¡es genial!